Cuando alguien incendia la basura a escondidas, el humo siempre delata sus fechorías”

 

De acuerdo con un estudio del National Center for Atmospheric Research (NCAR) de EE. UU., más del 40 % de la basura mundial es eliminada mediante combustión descontrolada que emite gases y partículas que afectan a la salud humana y contribuye al cambio climático. Entre los principales contaminantes se encuentran el monóxido de carbono y el mercurio, relacionados con diversas enfermedades y trastornos médicos graves.

Los contaminantes pueden viajar grandes distancias y depositarse en el suelo, plantas, y mantos acuíferos. El residuo de ceniza de la quema contiene compuestos tóxicos que se pueden esparcir en el suelo y al manto acuífero. Los animales y los peces pueden ingerir estos contaminantes y acumularlos en sus tejidos; también las plantas pueden absorberlos. Estos tóxicos pueden ser transferidos a las personas que ingieran dichos alimentos contaminados. Por lo tanto, no basta con evitar la columna o nube de humo para eliminar el peligro potencial a la salud

Los efectos inmediatos pueden incluir irritación de los ojos, problemas de respiración, y ataques de asma. Los efectos a largo plazo pueden incluir enfermedades respiratorias, daño a los pulmones o al sistema inmunológico, cáncer, y muerte prematura. Los bebés y niños, las personas de edad avanzada, y las personas con enfermedades como asma y enfisema son especialmente vulnerables a los compuestos tóxicos producidos al quemar la basura residencial.

Si no tienes acceso a los servicios de recolección o basura en tu domicilio, aprovecha tus salidas a diversos mandados para dejar tu basura en contenedores instalados con dicha finalidad.

En caso de observar a alguien que está quemando basura, denúncialo llamando al 911. 

Evitemos contingencias ambientales. 

Fuentes: 

https://ww3.arb.ca.gov/smp/resburn/factsheets/resburnfstri_spanish_072014.pdf 

https://news.ucar.edu/12239/trash-burning-worldwide-significantly-worsens-air-pollution